Juan Carlos Grande Gil
Tengo 40 años, estoy casado con una mujer maravillosa y tengo
un hijo precioso. Soy Animador Turístico especializado en
turismo rural y rutas culturales. Me apasiona la arqueología, la historia, el arte, las costumbres y tradiciones, en especial todo lo que
tenga relación con Navaluenga y el Valle del Alberche.
He trabajado durante 12 años en el Ayuntamiento de Navaluenga
como concejal encargándome de diferentes áreas (turismo, deportes,
cultura, juventud…). Como monitor y coordinador de Juegos Escolares he
acompañado a muchos niños y jóvenes del pueblo a una gran cantidad de
competiciones deportivas por diferentes localidades.
Creo en valores como la familia, la libertad, la defensa de la vida, la honestidad, la solidaridad, la justicia, el servicio a los demás, la tolerancia, el espíritu de sacrificio, el tesón, la constancia… Y, ante todo, no puedo aceptar la falta de libertad de los vecinos de Navaluenga que no pueden relacionarse con determinadas personas para no ser tachados de tener una ideología u otra.
Creo en valores como la familia, la libertad, la defensa de la vida, la honestidad, la solidaridad, la justicia, el servicio a los demás, la tolerancia, el espíritu de sacrificio, el tesón, la constancia… Y, ante todo, no puedo aceptar la falta de libertad de los vecinos de Navaluenga que no pueden relacionarse con determinadas personas para no ser tachados de tener una ideología u otra.
Tras doce años como concejal creo firmemente en el municipalismo y
en el espíritu de sacrificio y entrega a los demás. Quiero un
Ayuntamiento transparente, operativo y cercano que crea en las personas; porque yo creo en la democracia, el diálogo y en la libertad.
Marisa Atienza García
Yo, por mi parte, aunque no soy de Navaluenga de nacimiento, lo soy de corazón.
Siempre he venido aquí de vacaciones y de fin de semana y hace diez años decidí instalar aquí mi residencia habitual y gracias a eso mis hijos han podido disfrutar de una infancia que en la ciudad hubiera sido imposible; hablo de la calidad de vida, de la libertad que un pueblo ofrece a los niños, de un entorno maravilloso, etc. Pero también es cierto que en el tiempo que llevo aquí he visto como en algunos aspectos el pueblo se ha ido deteriorando. Bajo mi punto de vista el pueblo es maravilloso pero se encuentra en un momento de atasco, tiene muchas carencias y creo que se podría trabajar para solucionarlo: Navaluenga solo necesita trabajo y un poco de interés porque la materia prima es de primera calidad.
Yo, por mi parte, aunque no soy de Navaluenga de nacimiento, lo soy de corazón.
Siempre he venido aquí de vacaciones y de fin de semana y hace diez años decidí instalar aquí mi residencia habitual y gracias a eso mis hijos han podido disfrutar de una infancia que en la ciudad hubiera sido imposible; hablo de la calidad de vida, de la libertad que un pueblo ofrece a los niños, de un entorno maravilloso, etc. Pero también es cierto que en el tiempo que llevo aquí he visto como en algunos aspectos el pueblo se ha ido deteriorando. Bajo mi punto de vista el pueblo es maravilloso pero se encuentra en un momento de atasco, tiene muchas carencias y creo que se podría trabajar para solucionarlo: Navaluenga solo necesita trabajo y un poco de interés porque la materia prima es de primera calidad.
Rocío García Quiroga
Soy natural de Navaluenga.
Soy Ingeniera Técnico Industrial Textil por la Universidad de Salamanca, y mis
últimos trabajos han sido como técnica de soporte informático en SAGE y como
limpiadora 6 meses (15 días en la Oficina de Turismo) para el Ayuntamiento de
Navaluenga. Actualmente me dedico a dar clases particulares a jóvenes
estudiantes.
Ante todo deseo que Navaluenga tenga un Ayuntamiento
comprometido con las necesidades de todos sus vecinos y que trabaje en
satisfacerlas por igual, sean las personas de una u otra ideología. Un
Ayuntamiento cercano y transparente, donde no haya nada que esconder; en
resumidas cuentas, un Ayuntamiento que vele por el bienestar de todos y por la
conservación de su entorno.
Liliany Escorcia Torreglosa
Soy colombiana de
origen y desde hace 15 años resido en Navaluenga de forma permanente. Cuando
dejé mi país lo hice con la ilusión de formar una familia, dejando a un lado mi
trabajo como docente y abogada, y a mi familia de origen. Fue un cambio que en
su momento me dió mucho miedo pero el tiempo me ha dado la razón; ver a mi hija
me convence de que ha sido la mejor decisión.
Quiero
que mi hija crezca en un pueblo con oportunidades, en un entorno único y
debidamente conservado. Son tantas las joyas con las que cuenta Navaluenga que
considero una responsabilidad de todos su conservación para el disfrute de todas
las generaciones.
Daniel San Miguel Gamero
Aunque nacido en Madrid soy más de Ávila (toda mi familia paterna es de Ávila capital) que de allí. A las dos semanas de ver el mundo mis padres me trajeron a Navaluenga donde me he criado, he crecido y he aprendido tantas cosas y no todas buenas. Porque crecer aquí ayuda a ver las carencias endémicas de nuestra localidad y es por ello que creo que debemos esforzarnos entre todos para hacer de nuestro pueblo un lugar mejor. Sobre todo debemos preservar nuestra identidad y no permitir que lo que se ha venido en llamar "la joya de Gredos" se convierta en "el felpudo de los fiesteros".
Daniel San Miguel Gamero
Aunque nacido en Madrid soy más de Ávila (toda mi familia paterna es de Ávila capital) que de allí. A las dos semanas de ver el mundo mis padres me trajeron a Navaluenga donde me he criado, he crecido y he aprendido tantas cosas y no todas buenas. Porque crecer aquí ayuda a ver las carencias endémicas de nuestra localidad y es por ello que creo que debemos esforzarnos entre todos para hacer de nuestro pueblo un lugar mejor. Sobre todo debemos preservar nuestra identidad y no permitir que lo que se ha venido en llamar "la joya de Gredos" se convierta en "el felpudo de los fiesteros".
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